Finalizó otra semana de golf. Aunque no fue una torneo más del montón, sino, una competencia apasionante y espectacular.
Todo comenzó el día jueves, donde la cancha demostró que no iba a ser nada fácil, y le causaría dolor de cabeza, a todos los jugadores durante todo el fin de semana. Si bien parecía que algunos se subían a la punta y se separaban del resto, esa diferencia se disolvió el día viernes, donde se equilibro la balanza y emparejo la situación.
Llegando al día sábado, el joven Morikawa ya asomaba en las primeras posiciones, dispuesto a dar pelea.
El día domingo, fue una experiencia única, el tablero muy ajustado, llego a tener 7 jugadores empatados en la primera posición.